La trayectoria de la OLP (1964-1983)

La historia del movimiento nacional palestino está marcada, de principio a fin, por sus alianzas y conflictos con los regímenes árabes de la región.

La primera sesión del Consejo Nacional Palestino (CNP) se reunió en Jerusalén del 28 de mayo al 2 de junio de 1964. Participaron en ella delegados que representaban a las comunidades palestinas de los diversos países árabes. La reunión había sido convocada en el marco de las resoluciones de la primera cumbre árabe de El Cairo, que en enero de aquel mismo año había decidido “organizar al pueblo palestino para permitirle desempeñar un papel en la liberación de su país y decidir sobre su porvenir”. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) nació en este Consejo, dirigida por Ahmed Chukeiri.

Los jefes de Estado árabe reconocieron a la OLP en su segunda cumbre, en septiembre de 1964. El año siguiente, el 2° CNP decidió la creación del Ejército de Liberación de Palestina (ELP).

En 1967, la victoria de Israel en la guerra de los 6 días condujo a la ocupación sionista de Cisjordania, el Sinaí y Gaza. Esta derrota de los regímenes árabes iba a traducirse en el declinar del naserismo, el desarrollo de diferenciaciones dentro del movimiento nacionalista y por una radicalización del movimiento palestino, que ocupó desde entonces la vanguardia de la lucha contra el sionismo. Estos cambios se expresaron en el CNP de julio de 1968 y produjeron una profunda transformación de la OLP. Los guerrilleros del ELP, apoyándose en la fuerza que des da su victoria sobre las tropas israelitas el 21 de marzo de 1968 en Karameh, echan a la dirección tradicional de Chukeiri. El CNP rechaza la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en noviembre de 1967 y aceptada por Egipto, y enmienda la Carta Nacional palestina afirmando que, en adelante, “la lucha armada es la única vía para la liberación de Palestina” y que esta es “una línea estratégica y no táctica”.

Este endurecimiento refleja la modificación de las relaciones de fuerzas en el CNP, en el que entra la organización “Al Fatah” de Yaser Arafat, a la vez que el “Frente Popular de Liberación de Palestina” (FPLP) de Georges Habache. El 5° CNP de febrero de 1969 confirma esta evolución y la “nueva” OLP ocupa definitivamente el lugar de la vieja: “Al Fatah” obtiene 33 puestos de los 105 con que cuenta el Consejo y Arafat es elegido presidente. Ese mismo año, el FPLP sufre una escisión que da lugar al “Frente Democrático y Popular para la Liberación de Palestina” (FDPLP), dirigido por Nayef Hawatmeh. A propuesta de esta nueva organización, el 6° CNP adopta en septiembre el proyecto de Estado palestino democrático, exento de toda forma de discriminación religiosa o social”.

En junio de 1970, en El Cairo, el 7° CNP llama a “la intensificación de la guerra popular de liberación”. Pero está obligado a convocar un Congreso extraordinario en agosto para “rechazar sin equívocos la conspiración americana llamada Plan Rogers”, que se plantea la creación en Cisjordania de una provincia palestina bajo la autoridad jordana y que acaba de ser aceptado por Jordania, Egipto e Israel.

Esta intransigencia de la resistencia palestina y su reforzamiento organizativo y militar en Jordania, donde aparece cada vez más como “un Estado dentro del Estado” y un desafío a la autoridad del rey Hussein, ponen a la orden del día una prueba de fuerzas. Hussein toma la iniciativa militar contra los campamentos palestinos, provocando las masacres de septiembre de 1970, el “septiembre negro”, con sus 3.000 muertos y más de 10.000 heridos.

A pesar de este traidor golpe por la espalda de la reacción árabe, el CNP de marzo de 1971 sigue rechazando “la idea de la creación de un pequeño Estado palestino sobre una parte del suelo palestino”. En julio del mismo año, el Consejo está atravesado por profundas divisiones sobre la actitud a adoptar hacia Jordania. Después de un 10° CNP en ‘1972, caracterizado por los esfuerzos de unificación de la resistencia, en el 11° CNP de enero de 1973 se amplían las divergencias sobre la actitud que debe adoptarse hacia los Estados árabes en general: no se consigue un acuerdo sobre el estatuto del BLP, y sus contingentes continúan dependiendo de los ejércitos de los países en que se encuentran (Siria, Irak, Jordania, Egipto).

El 12° CNP de julio de 1974 constituye, después del 5° una nueva fecha histórica para la OLP. El secretario de Estado americano, Kissinger, está recorriendo toda la región para presionar a Israel y a los Estados árabes a negociar sin la presencia, y a las espaldas de los palestinos. El CNP responde adoptando un programa de 10 puntos. Manteniendo el objetivo estratégico de un Estado democrático palestino en el conjunto de Palestina, admite el principio de las etapas intermedias para llegar a él; dicho de otra manera, admite la posibilidad de que se instaure un poder palestino sobre cualquier parcela liberada de Palestina. Meses más tarde, Arafat consigue un éxito diplomático en la tribuna de la ONU.

No habrá otra sesión del CNP hasta marzo de 19V: entonces, después de la guerra civil libanesa del 75-77, se reúne el 12° CNP. La OLP ha salido debilitada de la prueba de la guerra civil, aunque haya mantenido lo esencial de su implantación en el país. Además, Arabia Saudí, con la fuerza que le dan sus petrodólares, presiona a fondo para acabar con la negativa de la OLP al reconocimiento del Estado de Israel. Así la relación de tuerzas dentro de la OLP se degrada y el documento que se adopta no menciona, por primera vez, la perspectiva de un “Estado laico y democrático en el conjunto de Palestina”. Sólo en el 15° CNP, que se reúne en Damas en abril de 1981, se vuelve a reorientar la línea y se hace un llamamiento a la movilización general de los palestinos para unirse a las filas de la resistencia en el Líbano. Además “reafirma que ningún Estado tiene derecho a pretender la representación del pueblo palestino o a negociar en su nombre la cuestión palestina”.

En fin, la primera reunión del CNP después de la retirada de Beirut se realizará en Argel en febrero de 1983. A pesar del choque de la derrota, se consigue mantener la unidad de la OLP, pero gracias a frágiles compromisos. En efecto, se acepta la perspectiva de una federación con Jordania, (según la lógica de la cumbre de Fez que se habla reunido en Septiembre de 1982, después de la derrota de la OLP y la dispersión de sus tropas) pero solamente después del establecimiento en Cisjordania y Gaza de un Estado palestino con “los atributos de la soberanía”.

La batalla lanzada en Trípoli en otoño de 1983 por los disidentes palestinos, con el apoyo abierto de Siria y Libia, puede, desgarrando a la OLP, acabar con la existencia de un movimiento nacional palestino suficientemente representativo como para escapar al control de tal o cual país árabe.

La resistencia ha creado sus principales bases en los campos de refugiados de los países de acogida. En estas condiciones, la dependencia material hacia los Estados árabes y sus presiones políticas actúa plenamente. Sin embargo, el mantenimiento de una organización unitaria y pluralista, aunque fuertemente burocratizada, ha permitido al movimiento nacional palestino actuar como un factor político relativamente autónomo y no reducirse a un apéndice de ningún aparato de Estado.

Más allá de la batalla de Trípoli, esto es lo que vuelve a estar en cuestión. Era inevitable que, después de la derrota de Beirut, la resistencia palestina redefiniera sus perspectivas estratégicas y sus métodos de lucha, en el marco de las nuevas relaciones de fuerzas. Pero sólo podrá sobrevivir a esta nueva prueba y a la dispersión de sus mejores combatientes en las cuatro esquinas del mundo árabe, encontrando nuevas raíces y un nuevo vigor a partir de la concentración socialmente más estable y más activa de la población palestina: la que vive en los territorios ocupados por Israel.

Inprecor, 1983

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